El hechicero no tiene otra opción más que obedecer las órdenes de Adán, y utilizando unas sales especiales anula los efectos debilitantes del veneno, y Orión se recupera instantáneamente. Sin perder tiempo, el guerrero atlante y los dos jefes Cubs planean la estrategia para defenderse del Gato Negro. El caracol de guerra indica que las fuerzas de Zachar se han dividido en dos, así que la defensa se organiza igualmente.
Uno de los cubs viene a Orión con un mensaje de Serapis, quien se encuentra mejor con la ayuda del sagrado chacra: Malaza es un traidor, y no se le puede dejar escapar. Adán no puede creer las acusaciones de Serapis, pero Leopardo, que hasta hace poco tiempo servía al Gran Crat, confirma que él tambien vió a Malaza muchas veces en el palacio negro. El intrigante hechicero escucha toda la conversación, y se prepara a huir, pero no sin antes castigar al anciano Serapis por delatarlo!
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