jueves, 15 de abril de 2021

El Tesoro

La historia está a punto de dar un pequeño salto en el tiempo, después del cual encontraremos a nuestros queridos personajes en nuevas e inesperadas situaciones. Antes de que las arenas del tiempo comiencen a caer, veamos en donde están Orión, Ramín y los habitantes de los tres reinos:

ORION y BABEL: El guerrero Atlante y la oportunista se encuentran en las ruinas de Aclimón. Orión, quien acaba de ser sometido a una desgarradora intervención para curar sus heridas, está bajo el cuidado de Babel, y ella -siempre ambiciosa- planea aprovecharse de la situación.

OSIRIS: Bajo el poder hipnótico de la mujer serpiente, y gravemente herido por Ramadán, el príncipe de Ofir camina sin rumbo por las ardientes arenas del desierto. El trance en el que se encuentra no le permite detenerse ni buscar refugio.

RAMADAN: Ya libre del poder hipnótico de la mujer serpiente, pero avergonzado por fallar en su misión de capturar a Osiris, el capitán de las tropas de Saís ha marchado al exilio para huir de la furia de la emperatriz Isis, y se dirige al país de los Asuras para empezar una nueva vida.

SAKKARA: La mujer serpiente se deshizo de todos aquellos que se interponían en su camino. Orión, Osiris, Ramadán y Babel, cayeron víctimas de la misteriosa mujer quien triunfante abandonó las ruinas de Aclimón para continuar con su plan de apoderarse de los tres reinos.

RAMIN, NEFI, y ASSUAN: Después de escapar del temible templo de la misericordia y junto con otro grupo de prisioneros, el trío se dirige hacia la montaña sagrada, donde Assuán asegura que el sabio Hermes les ofrecerá proteccion... pero este truhán tiene mucho más en mente.

ASURAMAYA y KAFUNGA: El brujo y su bestia ya han logrado llegar a la montaña del loco, y buscan afanosamente el tesoro, pero el misterioso lugar está lleno de trampas y engaños que les ha hecho imposible lograr su cometido... pero su búsqueda continúa.

URMOSIS: El faraón de Ofir desesperadamente busca a su hermano Osiris, y se dirige hacia el reino de Saís para encontrarlo. Acompañado por su fiel halcón Horus, Urmosis ha hecho un alto en el oasis de Nermer para recuperar sus fierzas antes de continuar el arduo camino.

DRAGOMIR: El tirano rey de los Asuras acaba de escapar de las catacumbas de Ofir, donde se econtraba prisionero. Dragomir ahora debe decir si quedarse en Ofir e intentar de nuevo tomarse el trono por la fuerza, o huir con destino a su reino para reunir sus tropas.

EL SUMO PONTIFICE: Dejado a cargo del trono de Ofir por el faraón Urmosis, el sumo pontífice se encuentra en las catacumbas planeando cómo recuperar el control del reino y vigilando a Dragomir, sin saber que el rey de los Asuras se ha escapado de la prisión que lo contenía.

Ofir, Saís y el país de los Asuras están en juego, y el ganador dominará los tres reinos. La segunda llave de la sabiduría aún elude a Orión el Atlante, y la misión Rescate-7 está muy, pero muy lejos de completarse. ¿Qué ocurrirá?

lunes, 12 de abril de 2021

Orión - El Atlante


Cuando Orión vuelve en sí, la noche ya ha caido en el desierto, y el frío comienza a invadirlo todo. El joven guerrero Atlante trata de ignorar el desgarrante dolor en su pecho, y se acerca a Babel, quien yace junto a él. La oportunista no ha muerto aún, pero no pasará mucho tiempo antes de que lo inevitable ocurra. Orión recuerda que a su sagrado chacra solo le queda una carga disponible antes de perder sus capacidades curativas, así que debe decidir si usarlo para salvarse él mismo, o a la astuta mujer quien se encuentra al borde de la muerte.

Siempre pensando en el bienestar de los demás antes que en el propio, el Atlante arranca la flecha del pecho de Babel y luego utiliza el chacra para curarla y reanimarla. La oportunista recobra el conocimiento y agradece a su salvador, quien ahora tiene una difícil tarea para ella. Sin el poder curativo del rubí sagrado, ella deberá calentar en una hoguera la espada de Orión al rojo vivo, y con ella cauterizar su herida.

Babel no tiene otra opción que ayudar al hombre que acaba de salvar su vida, así que a pesar de sus titubeos, procede con la cruda tarea, y luego de agonizantes momentos, el atlante descansa, mientras ella improvisa unos vendajes hechos con rasgaduras de sus ropas. Más tarde, Orión duerme y se recupera de la dolorosa intervención, y la oportunista contempla la fogata a lo largo de la noche pensando en cómo aprovechar esta situación y sacar ventaja de ella. ¡Antes del amanecer, alguna idea se le tiene que ocurrir!