lunes, 12 de abril de 2021

Orión - El Atlante


Cuando Orión vuelve en sí, la noche ya ha caido en el desierto, y el frío comienza a invadirlo todo. El joven guerrero Atlante trata de ignorar el desgarrante dolor en su pecho, y se acerca a Babel, quien yace junto a él. La oportunista no ha muerto aún, pero no pasará mucho tiempo antes de que lo inevitable ocurra. Orión recuerda que a su sagrado chacra solo le queda una carga disponible antes de perder sus capacidades curativas, así que debe decidir si usarlo para salvarse él mismo, o a la astuta mujer quien se encuentra al borde de la muerte.

Siempre pensando en el bienestar de los demás antes que en el propio, el Atlante arranca la flecha del pecho de Babel y luego utiliza el chacra para curarla y reanimarla. La oportunista recobra el conocimiento y agradece a su salvador, quien ahora tiene una difícil tarea para ella. Sin el poder curativo del rubí sagrado, ella deberá calentar en una hoguera la espada de Orión al rojo vivo, y con ella cauterizar su herida.

Babel no tiene otra opción que ayudar al hombre que acaba de salvar su vida, así que a pesar de sus titubeos, procede con la cruda tarea, y luego de agonizantes momentos, el atlante descansa, mientras ella improvisa unos vendajes hechos con rasgaduras de sus ropas. Más tarde, Orión duerme y se recupera de la dolorosa intervención, y la oportunista contempla la fogata a lo largo de la noche pensando en cómo aprovechar esta situación y sacar ventaja de ella. ¡Antes del amanecer, alguna idea se le tiene que ocurrir!

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