Ramín partió de Barakoa acompañado de Leopardo para ir tras Orión y en busca de su abuelo, pero no mucho tiempo pasa antes de que el par se encontrara de frente con problemas. Una gigante boa se desliza silencionsamente desde lo alto de un árbol y atrapa al jorobado con su poderosos músculos. El reptil comienza a apretar despiadadamente, y Leopardo siente como se le dificulta respirar. Ramín usa la misma honda que usó contra Okima y lanza una roca a la cabeza de la serpiente, la cual suelta al jorobado y lo deja caer al suelo. Sin notarlo, los dos son observados desde lejos por un par de misteriosos personajes ocultos en las sombras. Ramín ayuda a Leopardo a ponerse de pié, cuando de pronto son emboscados y capturados por el extraño par.
Ravana no puede creer lo que ha hecho; en un momento de furia ha apuñalado a Adán quien solo trataba de detener la pelea entre ella y Eva; y ahora llena de arrepentimiento, de vergüenza y con las manos ensangrentadas, la princesa monta en su caballo y escapa de Barakoa para ir en busca de Orión. Eva se prepara para ir tras ella, pero Adán le pide que no lo abandone a su suerte. La Turania se debate entre correr tras el atlante o ayudar al hombre que ha demostrado tanto valor y heroismo y que ahora necesita de ella.
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