viernes, 18 de diciembre de 2009

Orión - El Atlante

Orión logra situarse justo debajo de Cronos-7 sin ser aplastado por el descomunal peso de la nave, y una vez pasa por encima suyo, se agarra de ella y trepa solo con la fuerza de sus brazos, pues sus piernas han sufrido terribles quemaduras debido a los rayos Delta. Calixto abre la cúpula de la nave para repeler al atlante, y aunque su plan funciona, Orión contaba con ello; aprovechando que el Comandante está ahora expuesto, Orión se quita uno de sus brazaletes y con gran presición lo usa como un proyectil contra la cabeza del Comandante quien pierde el sentido encima del tablero de controles.

Con las últimas fuerzas que le quedan, Orión se arrastra hasta alcanzar Cronos-7 y conecta la terminal de energía a su chacra que se encontraba completamente descargado. Una vez el rubí ha sido recargado, el atlante lo utiliza en sus piernas, las cuales se curan instantaneamente; luego saca a Calixto de Cronos-7 y le ordena a la nave que regrese a la playa.

Orión usa su chacra nuevamente para revertir la sugestión hipnótica que el Gran Crat tenía sobre los Turanios de la misma forma que lo hizo con Eva tiempo atrás, y luego les entrega a Calixto para que lo lleven prisionero. Los Turanios le explican que reclutando la ayuda de los guerreros de la montaña tendrán una armada lo suficientemente grande para combatir a las fuerzas del Gran Crat. Orión acepta ir con ellos a la montaña en busca de los guerreros, pero después irá a Cratala en busca de justicia.

COMENTARIO: Esta es la última vez que vemos al Comandante Calixto; Orión se lo entregó a los Turanios presumiblemente para ser juzgado por sus crímenes, pero aunque su destino se desconoce, es seguro asumir que Calixto pasa el resto de sus días en una prisión.

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