Orión y un grupo de Turanios han llegado hasta la mítica montaña de los guerreros, donde esperan reclutar a sus habitantes para que se les unan en la lucha contra las fuerzas del Gran Crat. No llevaban mucho tiempo escalando la montaña cuando el grupo se ve rodeado de los misteriosos guerreros quienes inmediatamente asumen una posición ofensiva a pesar de que Orión les explica que vienen con buenas intenciones. El líder de los guerreros aparece en medio de la espesa niebla que cubre la montaña, y Orión no puede creer lo que ve: un hombre vistiendo armadura atlante trayendo consigo a Ramín y Leopardo como rehenes!
Orión se niega a creer que el hombre frente a él es uno de sus compatriotas y lo acusa de farsante. El guerrero se enfurece y golpea a Orión iniciando una violenta lucha. Inesperadamente, un anciano aparece y le grita a ambos jóvenes que se detengan, pero ellos no obedecen. El anciano le ordena al guerrero, cuyo nombre es Critas y es su nieto, que deje de pelear de inmediato; Critas dice que no se detendrá hasta que no derrote al espía del Gran Crat. El abuelo de Critas le aclara que su rival no trabaja para el Señor de las Sombras, sino que es el sucesor de Atlas, su nombre es Orión, y es el Supremo Regente de la Atlántida.
Casi en respuesta a lo que el anciano dice, Orión arremete contra Critas, le arranca el escudo atlante de su armadura y lo vence en batalla. Los otros guerreros se burlan del derrotado Critas, mientras el anciano le pide disculpas a Orión por la actitud de su impulsivo nieto. Orión aún no comprende como es que el anciano lo conoce, pero sus dudas se aclaran cuando le dice que es Yago, el hermano de Goro!
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