Crato era originario de la isla de Amenti, conocida en la Atlántida por sus crueles y despiadados habitantes, quienes amaban el poder y las riquezas, y no se detenían ante nada para conseguirlos. Al comienzo de la historia, Crato era un joven guerrero quien había sido nominado como candidato a Supremo Regente, y como tal participaría en el gran torneo; pero como todos los amentianos, él era también ambicioso y sanguinario. Para entonces, la reputación de Orión era reconocida por todo el continente, y Crato sabía que no podría superarlo en el torneo; entonces el amentiano diseñó un perverso plan para deshacerse de su rival y obtener el trono de Supermo Regente. Crato atacó a Noraya en las afueras del coliseo atlante, con el fin de atraer la atención de Orión y embozcarlo con la ayuda de sus secuaces. Su plan falló porque a pesar de haber sido gravemente lastimada, Noraya logró advertir a Orión del ataque justo a tiempo; pero en retribución, Crato le dió una puñalada mortal y después se dió a la fuga. 
Noraya no sabía quién era Crato, pero en sus últimos momentos de vida pudo decirle a Orión que su asesino era un amentiano que llevaba un tatuaje en forma de estrella en el hombro. Atlas, el supremo regente de la Atlántida sabía que Crato era un traidor, pero no tuvo tiempo de confirmar estas sospechas, porque fué asesinado en su proprio trono por Purdo, un enano deforme que obedecía las órdenes de Crato. Así que aunque su plan para deshacerse de Orión fracasó, el amentiano logró eliminar al Supremo Regente sin revelar su secreto; lo que le daría nuevamente una ventaja para quitar a Orión de su camino y poder ganar la tan codiciada distinción.
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