lunes, 25 de enero de 2010

Asuramaya & Babel

La mujer de rizos que ayudó a Osiris a infiltrar la ciudad abandona los jardines del palacio con una frívola sonrisa en su rostro. La mujer llamada Babel es más que una simple sirviente; es una calculadora y ambiciosa oportunista que se vende al mejor postor; y aunque pareciera que esta noche sus lealtades estaban del lado del príncipe de Ofir, en realidad Babel solo obedecía las órdenes de otro amo.
El esquelético anciano que espera a Babel en la oscuridad es conocido como Asuramaya, embajador del país Asura quien se encuentra en Saís en una visita diplomática, o al menos eso es lo que aparenta. Asuramaya es también un poderoso brujo practicante de las malas artes y adorador de Baal-Ze-Bu, y a pesar de tener riquezas más allá de lo que muchos sueñan, su avaricia no conoce límites.

Babel entrega a Asuramaya el medallón que Osiris le pagó como precio por ayudarlo a verse con la princesa Isis. El anciano contempla el medallón con ojos de codicia y extiende su brazo para entregarselo a alguien oculto entre las sombras. Babel trata de distinguir la descomunal figura que lentamente se comienza a dejar ver, y sus piernas tiemblan cuando ve al monstruoso animal que obedece las órdenes de Asuramaya.

Una vez la bestia tiene el medallón de Osiris en su garra, Asuramaya le da instrucciones y lo envía a las recámaras del faraón Atenhotep para que cumpla su macabra misión. Cuando Babel le exige al anciano el pago por sus servicios, el anciano se niega a cumplir su parte del trato, y muy por el contrario le explica que ella será el premio que la bestia recibirá en recompensa por matar al faraón de Saís. La traidora ha sido traicionada!

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