viernes, 25 de marzo de 2011

Asuramaya - El Brujo

Asuramaya y Siriaco irrumpen en el hogar de un viejo soldado y le ordenan que relate la historia del loco Hermes. El anciano finge ignorancia y repite que el loco murió hace mucho tiempo; pero Asuramaya no cree sus palabras y amenaza con cortarle el cuello a su nieto si no dice la verdad. Subitamente, Kafunga invade la vivienda violentamente, toma en sus inmensos brazos a Asuramaya y lo aprieta con descomunal fuerza.

El brujo trata de safarse inutilmente y de calmar a la bestia, pero en medio del forcejeo, la pieza del plano que él y Siriaco hurtaron del Faraón Atenhotep cae al suelo; el nieto del anciano recoge el pedazo de tableta y se la da a su abuelo. El soldado reconoce la reliquia y sabe que se trata del plano del tesoro, y aprovechando la sorpresiva invasión de Kafunga, toma de la mano a su nieto, y huye.

Siriaco trata de detener al viejo soldado y a su nieto, pero algo o alguien se interpone, y la sorpresa es tal, que el cobarde se desmaya del susto. Mientras tanto, Asuramaya golpea una y otra vez a Kafunga para que se calme, pues el brujo se da cuenta que la bestia no lo está atacando, sino que lo abraza porque algo le asustó. Cuando Kafunga por fin lo suelta, le pregunta qué le sucede, a lo que el udra exclama "Dakú, Dakú" que en lenguaje yaruba quiere decir "Fantasma!"

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