Con el hundimiento de la Atlántida, Orión despertando en el futuro, introduciendo nuevos personajes, reintroduciendo rostros conocidos, y resolviendo algunos misterios tales como la verdadera identidad del Gran Crat, la revelación del "secreto", y la apariencia de la Cratotaura, parecía que lo único que quedaba por hacer era encontrar la primera llave de la sabiduría; pero alrededor de los números 21-22-23 de la serie, el autor cambia el rumbo de la historia y la lleva a nuevos y excitantes lugares... pero eso es para después.
Los siguientes 13 números nos dieron peligros y amenazas sin permitirnos respirar por un minuto. Página tras página, Orión y sus aliados se encontraban capturados, atrapados, a punto de morir, perseguidos. Bomo, Goliat, los mastines, los luchadores amentianos, Calixto, Zaribio, aparentemente no había final en la lista de enemigos de Orión, pero al mismo tiempo sus aliados se amasaban: Eva, Ramín, Serapis, Wamuto, Leopardo, y hasta el fracasado Gudas. Fue por fin en el número 22 que el atlante tuvo una oportunidad para descansar (y los lectores también) mientras huía con sus amigos de Cratala; pero no duró mucho porque una cobra arruinó el momento.
Para este entonces ya conocíamos el secreto de Crato, y el paradero de la llave de la sabiduría, pero haber concluido la historia hubiese sido un crimen; así que el autor inició una nueva etapa con más amenazas y emociones, lo que nos trae al fin de la primera tempoarada.
Un siniestro y misterioso personaje ha llegado a Cratala. Para los lectores este es un rostro desconocido, pero para los habitantes del imperio se trata de alguien que ellos ya conocen y a quien temen infinitamente; tanto así que hasta el mismo Crato se intimida con el inesperado arrivo. Pronto, en la segunda temporada de Orión...
Es increible, aún no reviso todo pero me parece fantástico lo visto, me agrada la forma de abordar esta gran historieta.
ResponderBorrarEspero que sigas adelante, sin desmayar, aunque sea de esta forma recordar ya que no hay esperanza de que vuelvan a entrar con fuerza nuestras queridas historias de tan valerosos héroes
Gracias por lo que haces
Por cierto, yo estaba comenzando a hacer algo parecido, pero ya viendo tu blog voy a dedicarme un poco a otro de mis personajes, Kéndor, el Hombre del Tibet.
ResponderBorrarNuevamente gracias por todo lo que haces, felicidades