Después huir de Cratala y alejarse lo suficiente de la ciudadela, Orión, Ramín, y Leopardo se detienen a descansar. El jorobado explica a sus nuevos amigos que es posible que Orión recobre la vista bebiendo el extracto de los "cuernos del diablo", una planta que crece cerca a los rios y que es usada por los luchadores amentianos de la muerte antes de envenenar sus uñas. Una vez llegan a una rivera, los viajantes encuentran la milagrosa hierba, y Leopardo prepara el elixir. Aún desconfiando de él por ser el sirviente del Gran Crat, Ramín ordena a Leopardo que pruebe el bebedizo primero para asegurarse que no es una trampa; el jorobado obedece y toma del elixir para demostrar su lealtad, y jura que de ahora en adelante ya no será un lacayo del señor de las sombras. Leopardo da el extracto a Orión y luego de varias horas de descanso, el guerrero atlante milagrosamente recupera la vista. El trío parte de nuevo rumbo a la aldea de los cubs, pero en su camino se encuentran con una pantera que amenaza con devorarlos; Ramín y Leopardo caen accidentalmente en traicioneras arenas movedizas, y Orión se debate entre proteger a sus acompañantes del feroz felino y prevenir que se hundan en las mortales arenas. Para su fortuna, una repentina luz fulgurante asusta a la pantera que huye entre los árboles, y el atlante puede rescatar a Ramín y Leopardo. Orión y Ramín no pueden explicar de donde vino ese fulgor, hasta que Leopardo descubre que se trata de Wamuto, quien con sus polvos fulgurantes salvó sus vidas una vez más; pero desgraciadamente, el cuerpo de Wamuto se encuentra tendido en el suelo con una flecha en el hombro y aparentemente sin vida!
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