Diez años después de la fundación de Cratala, el Gran Crat eligió a Mura, la mujer más bella del imperio, la hizo su esposa, y juntos tuvieron una hija: Ravana. Los años pasaron y los problemas comenzaron, porque Mura comenzaba a envejecer, y le reprochaba al Gran Crat, que aún con todo su poder, no era capaz de devolverle la juventud. Para ese entonces, Serapis ya era esclavo de Crato, y este le obligó a desarrollar una fórmula para la "eterna juventud", pues los científicos de la Atlántida, ya habían tratado de hacerlo en el pasado sin éxito. Serapis no tuvo más opción que obedecer, ya que Crato le arrebató la primera llave de la sabiduría para extorsionarlo. Después de muchos meses de experimentos e intentos fallidos, Serapis logró sintetizar un bebedizo que en teoría debería funcionar, pero no había sido probado en humanos. El Gran Crat ignoró las advertencias del sabio y dió el bebedizo a la desesperada Mura, quien ingirió todo su contenido. Inmediatamente la transformación comenzó; y Mura, quien fuera una vez la mujer más bella del imperio, se convirtió en la bestia más horrorosa y temida de Cratala... así es, Mura es la monstruosa Cratotaura y madre de Ravana, es por eso que no la atacó.
Ravana no puede creer lo que Leopardo acaba de confesar; su reacción es de terror absoluto y ahora le pide al jorobado que reconozca que está mintiendo, pero Leopardo le jura que lo que le dice es verdad. De repente, el jorobado cae al suelo y antes de perder el sentido le dice entre quejidos a Ravana que no ha escuchado toda la verdad; el secreto que Crato guarda es más terrible de lo que piensa!
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