domingo, 27 de septiembre de 2009

Crato - El Gran Crat

Crato logró sobrevivir la catástrofe cuando la Atlántida se hundió, y junto con otros secuaces suyos pudo abordar una barca que eventualmente los llevó a unas tierras lejanas. No siendo más que unos náufragos, Crato y sus hombres fueron recibidos por el dueño y señor de estas tierras: Erick el Chacal. El Chacal les dió un tratamiento digno de príncipes y les permitió quedarse en su reino; fue allí que Crato conoció a Zulema, la hija de Erick. Dos años pasaron y Crato y sus hombre comenzaron a hacer de las suyas: secretamente robando las riquezas de su anfitrión, sembrando el miendo entre los poblanos, y cobardemente abusando una noche de Zulema, antes de partir silenciosamente para nunca más volver. Erick persiguió a Crato inutilmente, mientras Zulema se refugió en las montañas para esconder su vergüenza, pues pronto daría a luz al hijo del amentiano.

Un día noticias llegaron a Erick: Crato invadió la colonia de los cibolianos y construyó una ciudadela. El Chacal partió una vez más en busca de venganza, pero lo único que encontró fue la muerte a manos del Gran Crat. Desde ese momento, Crato se apoderó de las tierras de su previo benefactor, mientras que Zulema y su hijo Zachar, a pesar de conservar sus posiciones Reales, eran víctimas de las burlas, las humillaciones, y los comentarios de los soldados. En lugar de casarse con Zulema y reconocer a su hijo, el Gran Crat tomó a Mura por esposa y tuvo a Ravana con ella.

Zachar, el hijo de Crato y Zulema creció lleno de resentimiento sin saber sus verdaderos orígenes, y se volvió violento y desalmado. Muy recientemente, en su lecho de muerte, Zulema confesó su terrible verdad a Zachar, y ahora que sabe que Crato es su verdadero padre, no habrá nada que detenga su furia contra el amo de las sombras.

Todos han oido su nombre, muchos son los que le temen, y pocos los que han sobrevivido su ira. Ahora, sediento de venganza, Zachar ha llegado a Cratala para cobrar cuentas; todos preparense para enfrentar la furia de...

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