La hermosa rubia pelea valientemente contra aquellos que no hace mucho la obedecieran, y al ver esto, la Cratotaura se une a la batalla para ayudar a su hija. Una vez todos los soldados han sido derrotados, la Cratotaura escapa de nuevo, y Ravana corre tras de ella para tratar de detenerla.
Mientras esto ocurre, Crato entra al antiguo laboratorio de Serapis en su desesperado intento de encontrar el elixir de la juventud. Revolcando todo en el laboratorio, el anciano que una vez fuera el Gran Crat busca hasta en el último rincón sin éxito alguno, hasta que sorpresivamente, un compartimiento secreto se abre por accidente y ante los decrépitos ojos del tirano una pequeña botella con la marca de la Cratotaura se deja ver y Crato exclama: "Por fin!".
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