Ramín llega justo cuando Assuán está a punto de clavar su daga en el corazón de la pequeña Nefi, y logra detener el malévolo acto. El joven desafía al enano frente a sus seguidores, y clama tener grandes poderes, para lo cual propone que sea Assuán quien reciba la puñalada, ya que Ramín podrá resucitarlo. Los testigos ven la lógica en este reto, ya que Assuán quería hacer lo mismo con Nefi, y ahora se preguntan quién tiene la magia más poderosa: ¿el jóven o el jorobado?
Assuán se enfurece al verse cuestionado por sus seguidores y acorralado por el insolente muchacho, así que le exige que demuestre sus habilidades. Sabiendo que su chacra ya perdió la carga después de haber sido utilizado tres veces, Ramín le hace creer a todos que le ha arrebatado los poderes curativos al ankh que Assuán le robó. Es una apuesta riegosa que puede salirle mal al fiel compañero de Orión... ¿Logará Ramín convencer a todos que tiene misteriosos poderes?
El ankh de Ramín, con el chacra de Serapis
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